Diario de Typhoona

Parece que he vuelto a coger carrerilla con los diarios... a ver si hay suerte y no la pierdo xD. Espero escribir el de Shellie estos próximos días. 

¡Que la marea te lleve si te atreves a leer esto! ¡Es privado!

1 de julio

Llevo ya unos días de vacaciones, pero para mí el verano no empezará oficialmente hasta que Lagoona haya vuelto a casa. Me alegro mucho de que haya tomado la decisión de irse a estudiar fuera y de que le esté yendo tan bien, pero la echo tanto de menos... habíamos sido inseparables desde que nacimos, y se me hace duro estar sin ella. Aún recuerdo cómo lloramos el día de la despedida, ¡creo que hicimos aumentar la marea y todo! No puedo creer que en un par de días vaya a estar aquí.

También va a venir unos días su novio, Gil. Ya tuve ocasión de conocerle y me cae muy bien, así que me encanta la idea de poder pasar más tiempo con él. Aunque tengan altibajos en la relación yo creo que al final todo les saldrá bien, se quieren muchísimo. ¿Por qué el amor tendrá que ser siempre tan complicado?

Me estoy planteando contarle a Lagoona mi problema, cuando tengamos ocasión de estar solas. Ni yo misma lo entiendo del todo, pero nunca le he ocultado nada y seguro que ella me puede aconsejar, o consigue que se me vayan estas ideas de la cabeza.

15 de agosto

Se lo he contado a Lagoona. He tardado bastantes días porque no sabía cómo plantear el tema, pensaba que ella iba a rechazarme o a pensar que me he vuelto loca, pero su reacción me ha sorprendido mucho. Me ha dicho que ni se me ocurra llamarlo “problema”, y que ella me va a apoyar en todo. También me ha explicado que en nuestra cultura se considera raro, pero que donde estudia ella, en Monster High, no iba a tener ningún problema en ser aceptada. Me ha vuelto a pedir que vaya con ella este curso, me asegura que no me arrepentiré... pero a mí me da mucho miedo separarme de mis padres y de mi entorno, ¿qué iba a hacer yo en tierra firme, con un montón de monstruos desconocidos? Pero, por otro lado, si Lagoona se ha adaptado, ¿por qué no iba a hacerlo yo? Ella es mucho más extrovertida y decidida, es cierto, pero ahora puedo contar con su ayuda, porque ella ya está totalmente integrada allí. No sé qué hacer, estoy hecha un lío con todo.

Lagoona ha insistido en que le cuente mi problema a nuestros padres, pero yo no quiero hacerlo. Es una locura, ¿qué iban a pensar? Le he dicho que no, que prefiero pensar que es una tontería pasajera, y que no voy a implicarlos en ello de momento. En realidad no creo que se lo llegue a contar nunca... pero para que Lagoona se quedara tranquila, le he prometido que lo haré más adelante. En serio, no me merezco una hermana tan buena como la que me ha tocado tener, a veces pienso que Lagoona es demasiado comprensiva para ser real.

1 de septiembre

Aún estoy en estado de shock... ¡voy a ir a Monster High! Todo ha sucedido tan rápido que da vértigo. Tomé la decisión, les dije a mis padres que quería irme con Lagoona este curso, y en menos que canta una sirena habían hablado con la Directora Bloodgood para que me admitieran y mi hermana me estaba ayudando a hacer la maleta. Llegamos ayer, pero las clases no empiezan hasta dentro de unos días y ahora tenemos tiempo para que me presente a sus amigas y me enseñe la ciudad.

Esta tarde hemos quedado con algunas monstruitas en el antro comercial, y Lagoona me había hablado tantísimo de ellas que era como si ya las conociera. Eran Frankie, Draculaura, Cleo, Ghoulia, Abbey y Clawdeen. Me estuvieron enseñando las mejores tiendas de ropa, me quedé asombrada con la variedad que tenían. No voy a tener problema para encontrar cosas de mi estilo, y es que me he dado cuenta de que en tierra firme hay muchas prendas que me agobian. No soporto los jerseys, ni los vaqueros, ni los zapatos cerrados... creo que me voy a pasar todo el curso con shorts, tops, vestidos cortos y sandalias, es mucho más cómodo y menos opresivo. Llevar zapatos ya se me hace raro, pero todo el pie cubierto... ¡me ahogo sólo de pensarlo! Necesito que mi piel y mis aletas respiren. También me enseñaron tiendas de cosméticos, me va a venir genial porque tengo que hidratarme mucho aquí fuera.

Más tarde llegaron algunos chicos: Gil, Clawd, Deuce, Heath, Slo Mo y Jackson. Heath no se despegó de mí al principio y me estaba dando mucha vergüenza, pero Lagoona le dijo que me dejara en paz y entonces dirigió su atención hacia Abbey, que le ignoraba bastante al pobre. Me dio un poco de pena ver cómo se esforzaba por ser amable con ella y los pocos resultados que recibía, pero bueno, tampoco pareció desanimarse mucho. Jackson, en cambio, apenas me dirigió la palabra... parece muy tímido, le entiendo porque a mí me pasa lo mismo. Ha sido una tarde entretenida, fuimos al cine y después a tomar algo a una cafetería muy agradable. La comida de aquí también me resulta un poco extraña. Como hay monstruos tan diferentes viviendo en la zona, tienen mucha variedad y había cosas que vienen del mar, que me vendrán genial cuando tenga nostalgia de casa. Pero hoy he preferido probar cosas nuevas, y la verdad es que me ha gustado todo. ¡Los dulces de la superficie son estupendos!

Los amigos de Lagoona me han caído muy bien y me han hecho sentir integrada, incluso Heath me pidió disculpas al final del día por haber estado tan pesado. A lo mejor es cierto que aquí puedo empezar una nueva vida, con amigos de verdad, sin miedo y sin esconderme... sería maravilloso.

15 de septiembre

Monster High es tan genial como decía Lagoona. La gente no me mira de arriba a abajo constantemente, les da igual lo que haga, y casi todos son agradables conmigo.

Pero las impresiones sobre el instituto pueden esperar... hay otra cosa de la que tengo que hablar. Hay otra alumna nueva que también viene del mar, es una monstruita un poco conflictiva que se llama Shellie. A primera vista parece un poco brusca y antipática, pero Abbey ha hablado más con ella y nos ha contado que en realidad es una buena chica, lo que pasa es que le está costando adaptarse a las costumbres de aquí. Por lo visto a Abbey también le ocurrió cuando llegó, por eso la está ayudando. De momento parece que se lleva bien con varios chicos, porque no le interesa mucho la moda o las cosas típicas de monstruitas, y ha tenido problemas con algunos profesores por dar alguna contestación fuera de lugar. Pero me estoy desviando del tema... lo que quería decir es que desde que vi a Shellie no puedo seguir negando más mi problema. Cuando está cerca no puedo parar de mirarla, y eso que ni siquiera hemos hablado. No me atrevo a dirigirle la palabra, me da pánico que note lo que me pasa por la cabeza cuando la miro y que huya despavorida. No podría soportar que huyese de mí, es tan... tan genial, tan preciosa, me encantaría abrazarla y... ¡ya basta! ¿Por qué me tiene que pasar esto? Tengo que buscar un buen monstruo, como ha hecho Lagoona, y olvidarme de estas tonterías.

18 de septiembre

Hoy quiero hablar sobre Clawdeen. Esta mañana me quedé reseca al ver que iba de la mano de esa chica, Toralei... ¡y después se besaron en medio del pasillo! No podía creérmelo. Al llegar a casa se lo dije a Lagoona y ella se rió y me dijo que no era ninguna novedad, que esas dos llevan ya juntas un tiempo, aunque pasan casi todo el tiempo discutiendo. ¿Cómo puede Clawdeen hacer que parezca todo tan natural? ¿Y cómo puede Lagoona hablar de ello como si nada? Me encantaría poder hablar con Clawdeen, pedirle consejo, pero no me atrevo... ¿cómo iba a sacar un tema tan personal? ¿Y cómo le iba a explicar lo que siento?

Para colmo, hoy han sido las pruebas para el equipo de natación. Me he presentado, claro, me encanta nadar y pensaba que es una oportunidad perfecta para pasar tiempo en el agua y hacer alguna actividad además de los estudios. He ido a la piscina a la hora indicada, y justo cuando estábamos empezando con la prueba ha llegado ella, sin apresurarse, como si no le importase en absoluto llegar tarde. Me encanta su forma de caminar, como si estuviese a bordo de un barco, y no puedo evitar admirar la seguridad en sí misma que desprende. Pensé que quizá era eso lo que me gusta de ella, que confundo la admiración con otra cosa, pero entonces me sonrió y las dudas se disiparon. Se quitó rápidamente la ropa, se recogió el pelo y se lanzó a la piscina, le tocó nadar justo a mi lado. Me descentró tanto que ni siquiera sé cómo pude nadar decentemente, me distraía continuamente. Su pelo es una pasada, y al tenerla tan cerca pude notar su olor; huele tanto a mar que es como estar en casa. Y su bañador... por todos los narvales, no dejaba casi nada a la imaginación. Al final, no sé cómo, conseguí ponerme a nadar en serio, porque tenía que pasar la prueba. Lagoona y Gil estaban ahí fuera animándome, y lo último que quería era defraudarlos.

Entré en el equipo, pese a las distracciones, y Shellie también. Cuando ya nos habíamos secado y nos estábamos vistiendo, se acercó a mí y me palmeó el hombro. Casi se me para el corazón, y no sé qué fue lo que me dijo exactamente, creo que se presentó y me dijo que se alegraba de que fuésemos compañeras de equipo. Yo conseguí tartamudear mi nombre, me despedí y me fui con Lagoona, muerta de vergüenza. Tiene una sonrisa preciosa, no es como las demás... tiene un aire irónico que me fascina, y yo he quedado como una idiota que tartamudea y huye.

Ahora tendré que verla en los entrenamientos, ¿qué voy a hacer? Creo que voy a tener que hablar con Clawdeen, por mucha vergüenza que me dé.

28 de noviembre

Llevo mucho tiempo sin escribir aquí, pero es que he estado muy ocupada. Estoy releyendo las últimas páginas, y casi ni me reconozco a mí misma. ¡Cómo ha cambiado todo desde entonces!

No sé cómo podía estar tan asustada y pensar que tenía un problema. ¡Esto no es ningún problema! Es como soy, y no puedo ni quiero cambiarlo. Gracias al apoyo de Lagoona, Clawdeen y, por supuesto, de Shellie, ahora todo en mi vida va muchísimo mejor. Se acabó el miedo y la inseguridad, sigo siendo una monstruita tímida porque eso forma parte de mi personalidad, pero ya no estoy permanentemente preocupada por lo que piensen de mí los demás.

Debería empezar por el principio. Reuní valor para hablar con Clawdeen, la llamé un día y quedamos en su casa. Se lo conté todo, entre lágrimas, y ella me abrazó y me dijo que me comprendía perfectamente, que había pasado por lo mismo. Me dio unos consejos muy buenos, y sobre todo me pidió que no huyese de Shellie cada vez que la veía, sino que intentase hablar con ella. Que aunque ella quizá no pudiera compartir mis sentimientos, nada impedía que fuésemos amigas.

Le hice caso y al día siguiente, en el entrenamiento, me armé de valor y fui a saludarla. Hablamos un buen rato, y sin saber como, después de clase acabamos yendo juntas a dar un paseo y... bueno, en fin, resultó que sí que compartía mis sentimientos, dejémoslo ahí. Desde entonces estamos juntas, y es lo mejor que me ha pasado en la vida. Shellie me ha hecho comprender que lo que hacemos y sentimos no es nada malo, que nos queremos y eso nunca puede estar mal. Ella es increíble, puede parecer un poco intensa pero en realidad es muy dulce y atenta conmigo, me da todo lo que necesito. Estoy encantada porque se lleva muy bien con Lagoona, y aunque es más amiga de los chicos que de las monstruitas, muchas veces salimos todos en grupo y me siento como si estuviese con mi propia familia. Por supuesto que echo de menos a mis padres, pero no tanto como pensaba al venir a vivir aquí. Ahora entiendo por qué Lagoona insistía tanto en que viniese.

Hablando de mis padres... he tomado una decisión. Cuando Lagoona y yo volvamos a casa por Navidad, Shellie vendrá con nosotras y se la presentaré. De momento les he dicho que he conocido a alguien, y sé que cuando la vean se van a sorprender, pero creo que como me quieren entenderán que yo soy feliz así. Sé que lo van a aceptar, y que aprenderán a querer a Shellie tanto como quieren a Gil. Ella también quiere presentarme a su padre, y lo cierto es que me da un poco de miedo... no por este tema, porque su padre lo sabe y le parece estupendo, sino porque por las cosas que cuenta Shellie debe de ser un tipo con muy malas pulgas. Pero seguro que todo sale bien al final, estoy convencida.

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TYPHOONA BLUE

EDAD: 15

PADRES MONSTRUOSOS: El monstruo marino

ESTILO: Suelo llevar ropa cómoda y que me deje los brazos y piernas al aire: shorts, faldas cortas, tops... Me agobian los zapatos cerrados, los vaqueros y las chaquetas, y soy totalmente incapaz de llevar botas.

MI DEFECTO MÁS RARITO: Siempre tengo que llevar crema en el bolso porque se me reseca mucho la piel. Y además, aunque casi todo el tiempo soy tímida y apacible como el mar en calma, cuando me enfado mi genio es peor que el de una tormenta.

COLOR FAVORITO: Me gustan los colores alegres, sobre todo el verde manzana y el amarillo.

COMIDA FAVORITA: El marisco, especialmente las gambas a la plancha.

NO SOPORTO: A la gente que intenta imponer a los demás lo que hay que hacer; cada uno deber vivir su vida a su manera.

ACTIVIDAD FAVORITA: Natación sincronizada, es como bailar pero dentro del agua.

MASCOTA: Mi tortuga marina Nereid. Siempre está dispuesta a venir conmigo donde sea.

MEJORES AMIGOS: Lagoona Blue, Shellie Jones, Gil Webber, Venus McFlytrap, Operetta, Clawdeen Wolf

ASIGNATURA FAVORITA: Oceanografía. Creo que a todos los monstruos que venimos del mar nos encanta esta asignatura.

ASIGNATURA ODIADA: Geografía. Me aburro como una ostra en esa clase.