3 de diciembre, jueves, 23:58
¡Ha sido un día largo y lleno de cosas interesantes! Me he levantado a las 4 de la madrugada, como siempre, porque quería avanzar en mi experimento con polillas iridiscentes antes de ir al instituto. Después de eso, terminé los deberes de historia (¡es fascinante aprender lo que pasó hace tantos años), cosí un poco la muñeca en la que estoy trabajando, hice algo de ejercicio y preparé el desayuno. Cuando mi padres y Frankie se levantaron, todos bostezando, alucinaron al ver las tortitas con bacon y huevos de cocatriz que les había hecho. No se merecen menos, tengo una familia maravillosa.
El instituto ha ido bien. He comido con Darkla y Flare, como casi todos los días; el padre de Darkla había olvidado cortarle el sándwich, y al desenvolverlo y verlo cuadrado se ha quedado pálida, no podía ni tocarlo. Flare ha estado rápido y lo ha cortado deprisa con su cuchillo, dándole forma redonda... bueno, más o menos, porque le ha quedado más bien ovalado, pero ha sido suficiente y Darkla se lo ha agradecido con una sonrisa de cien mil vatios.
Después de clase me he quedado un par de horas con Coraline en el aula de ciencia loca, sentando las bases de la línea de cosméticos y cremas que vamos a crear juntes. No me interesan mucho las cremas en sí, pero el proceso de fabricarlas me resulta fascinante, y si Coraline necesita ayuda con ello no puedo negarme. Al acabar fuimos al Coffin Bean a tomar un batido con sus amigas Alma y Kamilah, que son majísimas. Y cuando ya me iba a marchar, llegaron los mellizos Wolf, Draculeena y Michi, así que me tomé otro batido con ellos... voy a tener que decirle a mamá que me suba la paga. Mientras volvía a casa estuve mandándome mensajes con Flare, que está un poco agobiado porque mañana tiene una reunión familiar, y siempre le meten mucha caña. Le he dicho que si la cosa va mal, que salga un rato fuera de casa de sus tíos y me llame, y se ha quedado más tranquilo, o eso espero.
Al llegar a casa, he ayudado a Frankie a ensayar una nueva coreografía para las fearleaders y después ella me ha ayudado con mi experimento de las polillas. Y cuando he querido darme cuenta, papá ya nos estaba llamando para cenar. Ha venido el abuelo Victor. Le han gustado mucho mis polillas iridiscentes, me ha dicho que está orgulloso de mí y me ha prestado un par de sus viejos diarios de anotaciones, de los de antes de crear a papá. ¡Seguro que son muy interesantes! Después de eso, me ha regalado un cuaderno muy bonito para que escriba mi propio diario; dice que mis ideas no pueden perderse. El abuelo es genial, es un honor para mí llevar su nombre.
Después de cenar y charlar con mi familia, he visto una serie con Frankie y después me he ido a mi habitación a coser otro rato y a leer uno de los diarios del abuelo. Es tan interesante como pensaba, las páginas que he leído hablan sobre clonación. Y ahora estoy escribiendo en el mío, para no perder ninguna idea. Ya se ha hecho muy tarde y mañana tengo que madrugar un montón para que me de tiempo a todo, así que voy a parar ya de escribir. Ha sido un buen día, aunque podría haber sido algo más productivo. Quizá siga leyendo un ratito más...
9 de diciembre, viernes, 21:04
Puse el despertador a las 3:30 para aprovechar más el día, pero no lo oí. No me desperté hasta las 5:30, y fue porque había un escándalo tremendo en mi laboratorio... ¡mis polillas se habían escapado! Conseguí recuperar la mayoría y volver a meterlas en su terrario, pero para cuando terminé ya eran las 6:15, y, además, se les había desteñido casi toda la iridiscencia por el susto. No me dio tiempo a coser, ni a repasar calculohorror, ni a hacer ejercicio ni el desayuno, y voy a tardar muchas horas en arreglar mi experimento. ¡Qué mierda!
A pesar de que esta noche he dormido mucho más de lo que debería, me empezó a entrar el sueño en clase de la directora Bloodgood. Di un par de cabezadas y la directora se enfadó conmigo. Menos mal que Pawl me prestó su termo de café, porque si no no habría aguantado hasta el recreo. En clase de calculohorror han sacado a Flare a la pizarra, se ha puesto muy nervioso y le ha prendido fuego a la mesa del profesor. Intenté animarlo después diciéndole que no era para tanto, pero creo que solo logré empeorarlo porque ahora piensa que no me tomo en serio sus sentimientos.
Al salir del instituto fui directamente a casa para intentar arreglar la iridiscencia de las polillas. Papá me echó una mano y hemos conseguido que brillen casi tanto como antes. Casi. Después de eso, mamá me pidió ayuda para limpiar el laboratorio grande, pero en cuanto me miró a la cara me dijo que fuese a echarme una siesta. ¿Una siesta? No entendía el concepto, ha tenido que explicármelo. Le dije que lo haría, pero me parece bastante absurdo perder el tiempo de esa manera, así que me eché en mi camilla a leer los diarios del abuelo. Entonces sonó mi móvil, y en cuanto vi quién llamaba me quedé helade. Era Draculeena. Le había prometido quedar con ella esta tarde para ayudarle con los deberes de ciencia loca, y se me había olvidado por completo. Cogí el teléfono, sin saber cómo había podido olvidarlo y temiendo que estuviese muy enfadada. Al principio sí me pareció bastante molesta, pero me expliqué y me dijo que no pasaba nada, que últimamente tenía mucho estrés y que necesitaba relajarme un poco. ¿Estrés? No conocía esa palabra. Me disculpé de nuevo con Draculeena, que fue muy comprensiva y ya no estaba enfadada, y busqué “estrés” en el diccionario. Me ha parecido entender que es algo así como estar agobiado por tener que hacer muchas cosas, pero no creo que sea mi caso porque a mí me encanta hacer cosas.
No sé cómo, pero me dormí con el diario del abuelo en las manos. Al despertarme, vi que tenía una llamada perdida que no había oído. Era Flare. Ay, si hoy tenía la reunión familiar y le dije que me llamara si se sentía mal... y no le he cogido el teléfono. ¡Soy un amigue terrible! Le llame enseguida, pidiéndole mil disculpas, y me dijo que no me preocupara, que entiende que tengo mucho lío encima. Pero sonaba muy apagado, y me siento fatal por no haber estado cuando me necesitaba.
Entonces vi que tenía un montón de mensajes. De Darkla, por si quería ir a ver la tele a su casa. De Pawla, por si me apetecía ir con ella y sus hermano al Coffin Bean. De Coraline, que me proponía nombres para la crema que inventamos ayer. De Alma, que me preguntaba por los deberes de ciencia loca. Y muchos más. Me agobié tanto que tiré el móvil sobre mi camilla y me eché a llorar. Frankie me oyó desde su habitación, vino enseguida y me abrazó hasta que me calmé.
A lo mejor sí tengo un poco de eso que llaman estrés.
10 de diciembre, sábado, 6:40
¡Ya sé cómo solucionar este problema! La clave estaba aquí mismo, en los diarios del abuelo Victor. No tengo tiempo para escribir más, tengo que ponerme a trabajar ya mismo.
11 de diciembre, domingo, 23:23
Llevo dos días trabajando sin parar en mi laboratorio... y ha sido un fracaso. He seguido las instrucciones del abuelo para crear una cámara de clonación y he extraído mi ADN tal y como explican las notas. Y lo único que he conseguido es una réplica mía, perfectamente idéntica... pero sin vida. Menos mal que he prohibido a mi familia bajar a ver qué estoy haciendo, porque seguro que se habrían decepcionado por mi fracaso. Frankie, mamá y papa han venido varias veces a dejarme comida en la puerta y a asegurarse de que estoy bien, pero no han cotilleado ni se han puesto pesados, cosa que agradezco. Solo he dejado que estuviese Thunder, que se ha pasado el fin de semana correteando por el laboratorio.
Qué pena. Un clon habría sido la solución perfecta para mis problemas; habría podido ponerle a hacer los deberes, o a limpiar y cocinar, o a hacer cosas sencillas en el laboratorio... todas esas tareas que me quitan tiempo.
En fin, es tarde y me quedan deberes por hacer, así que ya recogeré mañana. Acabo de escuchar un trueno lejano, creo que esta noche habrá tormenta.
12 de diciembre, lunes, 18:15
Aún no me puedo creer lo que ha pasado.
Me levanté temprano para hacer el resto de los deberes y un poco de ejercicio, y desayuné con mi familia. Todos estábamos de buen humor, yo también, a pesar de mi experimento fallido; las tormentas siempre nos dan energía y nos hacen sentir bien. Ni siquiera se me ocurrió pasar por el laboratorio antes de ir al instituto, ya lo recogería todo al volver.
Las clases fueron como siempre, aunque esta vez no me dormí por las esquinas y pude ser buen amigue para Flare y Darkla. Ayudé a Draculeena y a Alma con los deberes, trasteé un poco en el laboratorio de ciencia loca con Coraline, fui a merendar pizza con Frankie y sus amigos y después volví a casa, pensando en arreglar el desastre del laboratorio.
Mamá y papá habían salido al teatro. Y menos mal, porque en cuanto abrí la puerta me encontré con una versión de mí misme al otro lado. Vive y coleando.
—¡¡Hola!! —me dijo—. ¡Qué ganas tenía de ver a alguien!
Yo me había quedado sin habla. Mi doble no estaba cubierto con una sábana, como lo había dejado anoche, sino que se había puesto un top y una falda míos. Además, se había afeitado un trozo de la cabeza y se había echado dos de mis tintes, el rosa y el azul. También llevaba maquillaje de Frankie, bastante llamativo, en tonos neón. Thunder correteaba a su lado, moviendo la cola.
—¿Quién eres? —preguntó—. Te pareces mucho a mí.
—Soy Vic —contesté, casi sin voz.
—¡Un placer! Encantada de conocerte, yo soy... la verdad es que no tengo muy claro quién soy.
¿Qué relámpagos estaba pasando? Mi clon estaba vivo... ¡y tenía autonomía! Había hablado de sí misma en femenino, así que estaba claro que tenía su propia personalidad.
—Eres mi clon — le expliqué—. Se supone que esto no iba a salir así... ¿cómo se lo explico a mamá y papá.
—¿¿Tenemos padres?? ¡Qué maravilla! Y... ¿qué es un clon?
—Tenemos padres, sí, y una hermana mayor. Un clon es... pues una copia. Se supone que eres una copia mía.
—¡Por eso nos parecemos tanto! —Dio palmadas, feliz.
—Pero... ayer no estabas viva.
—Pues no sé... me despertó un relámpago, en mitad de la noche, y pasé varias horas aprendiendo a moverme y a caminar. Cuando pude salir del laboratorio, no había nadie en casa. Solo este perrito tan mono. —Cogió en brazos a Thunder, que parecía encantado con tanto atención.
—Ya veo que estás viva... pero... es que no deberías tener una identidad propia.
—¿Eso es malo? —Se puso triste, y me sentí fatal por haberle dicho eso. Porque no era malo, desde luego que no— ¿Soy defectuosa?
—No, no es malo. Es increíble y maravilloso.
Ella sonrió, y entonces entendí cómo se habían sentido mis padres cuando nos crearon a Frankie y a mí.
—Tenemos que ponerte un nombre... a ver qué se me ocurre...
—¿Puedo llamarme Liv?
19 de diciembre, lunes, 6:10
Llevo días sin escribir en el diario, desde que llegó Liv todo ha sido un caos. Pero un caos en plan bien.
Yo estaba muy asustade porque pensé que mis padres me iban a apagar para siempre al verla; nunca me habían dicho específicamente «no crees vida sin permiso», pero daba por hecho que no se lo iban a tomar demasiado bien. Se lo conté todo a Frankie en cuanto volvió a casa esa tarde, y le pedí que me encubriese y la escondiésemos juntes. Pero Frankie me convenció para contárselo a nuestros padres. «Sé que están pensando en hacernos un hermanito, les oí comentarlo el otro día», me dijo. «Seguro que aceptan a Liv en la familia».
Fuese como fuese, mi hermana tenía razón, tenía que contarlo. Nuestra casa no era tan grande como para esconder a una monstruita de manera indefinida. Y Liv se merecía conocerlos, salir e ir al instituto como alguien normal, no estar recluida en mi laboratorio sin hacer ruido y comiendo sobras. Así que me armé de valor y se lo conté cuando regresaron del teatro.
¡Se lo tomaron muy bien! Se sorprendieron mucho de que hubiese conseguido algo así, y me han prohibido volver a hacerlo, pero mamá enseguida abrazó a Liv y le dio la bienvenida a la familia. Después salimos todes a cenar para celebrar la llegada de nuestra nueva hermana.
Papá y mamá le dejaron a Liv un par de días para adaptarse, y después hablaron con la directora Bloodgood para que la admitiera en el instituto. En principio iban a ponerla un curso por debajo del mío, pero después de hablar con ella, la directora vio lo lista que es y la han metido en mi curso. Cree que, aunque llevemos ya unos meses de clases, podrá coger el ritmo sin problemas.
Hoy es su primer día de clase, y está tan nerviosa como lo estaba yo. En cuanto terminemos el desayuno especial que está preparando papá, iremos al instituto. Ya ha conocido a Darkla y Flare, que vinieron ayer a casa a pasar la tarde con nosotres, pero estoy deseando que conozca a todos los demás. ¡Va a ser genial!
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Pues esta es la historia que me he inventado para introducir a Frankie Neon Frigths entre mis personajes. Sin más preámbulos, os presento a Liv.
LIV STEIN
EDAD: 13 días
PADRES MONSTRUOSOS: Esto es complicado... mis padres adoptivos son Frankenstein y su mujer, pero técnicamente mi creadore es mi hermane Vic.
ESTILO: Parecido al de mis hermanes, pero con más colorines y neón, mucho neón. Todavía no tengo mucha ropa propia, casi toda se la pido prestada a elles.
MI DEFECTO MÁS RARITO: Mi pierna brilla en la oscuridad y emite un zumbido eléctrico constante. No es un gran problema, pero es complicado dormir o concentrarse a mi lado.
COLOR FAVORITO: Rosa neón
COMIDA FAVORITA: Los sandwiches de queso fundido que hace mamá.
NO SOPORTO: Que piensen que por ser un clon de Vic tengo que ser igual que elle en todo. ¡Tengo mi propia personalidad!
ACTIVIDAD FAVORITA: Hacer experimentos con mi pelo, y con el de quien se ponga en mis manos. También me encanta aprender cosas nuevas y la ciencia en general.
MASCOTA: De momento comparto a Thunder con Vic.
MEJORES AMIGOS: Me cae tan bien todo el mundo que aún no me decido.
PAREJA: Ay, ojalá, pero todavía nada.
FAMILIA: Soy un clon de Vic, pero para simplificarlo decimos que soy su hermana. Y también soy hermana de Frankie, claro.
ASIGNATURA FAVORITA: Ciencia Loca. ¡Gracias a ella existimos mi familia y yo!
ASIGNATURA ODIADA: Geohorrografía. Es decir, me gusta, pero me distarigo pensando en cómo me gustaría conocer todos esos lugares y la profesora me regaña por pensar en las musarañas.
Liv es una monstruita inteligente y amable, como el resto de su familia. Todavía no tiene claro quiénes son sus mejores amigos, porque acaba de empezar el instituto, pero de momento se lleva genial con sus hermanes.
A pesar de ser un clon de Vic, son distintes. Liv es mucho más cariñosa y enamoradiza, y además odia coser; se le da mal y se aburre mucho. En cambio, le apasiona experimentar con su pelo y le encantaría ser peluquera en un futuro.
LA FOTO DEL DÍA
Os dejo esta foto de dany dolls de esta maravilla de custom. ¡Ya quisiera tener a este chico tan guapo en mi familia Stein!
Foto de dany_dolls_ |